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sábado, 21 de julio de 2012

TRABAJO, VALOR HUMANO


El valor del trabajo debe irse aprendiendo desde la niñez. Los padres deben darle ejemplos que les permita irse preparando para el futuro. Así, cuando tengan que trabajar en los estudios, en la empresa o en cualquier actividad, ya tienen acumuladas experiencias positivas que le habitúan al trabajo. Pueden empezar asignándoles pequeñas actividades y responsabilidades, dentro de la casa, para que se vayan acostumbrando a sentir la satisfacción del trabajo bien hecho.
 
El verdadero trabajo de los hijos dentro de la familia es estudiar, ayudar a los padres y a sus hermanos, también ayudar a los familiares y amigos. Deben esforzarse en prepararse muy bien para el futuro, aprovechando todos los medios a su alcance. Para lograr todo esto en los hijos, es necesario establecer controles; elaborar horarios flexibles y ajustados a la realidad. Porque hay tiempo para todo, pero todo debe estar bien organizado para poder ser logrado con éxito.
 
El trabajo es el eje en torno al cual gira la organización y el progreso de la humanidad. Todo lo que se ha logrado hasta el día de hoy ha sido fruto del trabajo. El trabajo ofrece a cada ser humano la oportunidad de crecer, desarrollar todas sus capacidades, realizarse como persona y tener cada día una mayor formación integral, material, intelectual y espiritual. Es por eso que una de las mayores preocupaciones de todo ser humano desde que llega a su mayoría de edad, es tener un trabajo digno donde poder realizarse.
 
El trabajo es una de las principales actividades humanas, políticas, sociales y religiosas. Solo los trabajadores producen riquezas, pero no basta trabajar, hay que trabajar bien, a conciencia, con seriedad y compromiso, poniendo empeño en lo que se hace. Las personas que se dedican al trabajo técnico y especializado tienen también el deber de hacer un trabajo honesto y con responsabilidad. El buen trabajo habla bien del trabajador. Póngale empeño y responsabilidad a lo que hace, o no lo haga.
 
Hay que dar buenos ejemplos en la realización del trabajo, poniendo de manifiesto la responsabilidad, delicadeza y el sello del compromiso de honestidad. El trabajo requiere ser hecho con delicadeza y creatividad. No basta con trabajar mucho y estropearse demasiado, sino tener buenos resultados y que ese resultado describa la calidad del trabajador que realizó la obra. En nuestro país la población ansía tener autoridades que no solo cumplan con su trabajo, sino que lo hagan correctamente y con responsabilidad.

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