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viernes, 31 de mayo de 2013

ACEPTACIÓN, VALOR HUMANO

Las personas que practican el valor de la aceptación, son capaces de aceptarse a sí mismos tal y como son. Nunca se ponen defectos ni físicos ni psicológicos, porque están convencidos que son seres humanos con la misma capacidad y atribuciones que todos los demás. Aceptarse es ser felices tal y como somos. Cuando asumimos esta hermosa decisión, nos convencemos que no somos más que los otros, pero que también ellos deben respetar nuestro espacio.
 
Quiénes somos realmente? Hagámonos esa pregunta permanentemente. No somos más que seres humanos. No somos militares, políticos, ricachones, pobrecitos, mendigos, harapientos, presidentes, ni congresistas. Simplemente somos seres humanos, es la mayor jerarquía a la que podemos aspirar. Aceptémonos como lo que somos. Olvidemos los títulos, los uniformes, las jerarquías, las joyas y demás cosas materiales.
 
Aceptémonos tal y como somos y seremos libres. Rompamos las cadenas que nos atan al complejo de inferioridad. Somos seres capaces, seres inteligentes, seres creativos igual que todos los demás seres humanos. Cojamos los complejos, la timidez, los tabúes, las inhibiciones y tirémolas al el zafacón. Tu eres una criatura del universo, no menos que las plantas y los animales, tienes derecho a existir (Desiderata). Tu eres valioso. Acéptate.
 
Somos responsables de nuestros actos. Pensemos muy bien cada paso que intentemos dar de aquí en adelante, para no arrepentirnos, ni sentir vergüenza. Porque es cierto que como seres humanos somos iguales y tenemos iguales derechos, pero depende del valor que usted se dé en la sociedad. Si usted actúa como un puro charlatán, como un asaltante, un delincuente, un irresponsable, después no pretenda igualarse con los que tienen dignidad. Por sus hechos os conoceréis. Claro, debemos aceptarnos tal y como somos, pero procuremos siempre andar limpios, por el camino correcto, por la senda de la dignidad y el decoro, para siempre poder tener nuestra frente en alto. La mayor molestia para un ser humano con vergüenza es cuando hace algo que provoca el murmullo de la gente donde se encuentra. Eso es punzante. Pero para eso hay que cuidarse.
 

Aceptarse tal y como uno es, es no vivir de ilusiones y de fantasías. Hay que poner los pies sobre la tierra y muy firmes. Vivir un mundo de engaños, de vanidad, de cosas fantásticas y superficiales, es una vida de locos y que enferma a cualquiera. Promueva lo que usted es, ni le quite ni le ponga. O exagere en sus expresiones. Espere que otros le den la escala de valores que usted se merece. No se vanaglorie. No practique la pedantería. Acéptese con humildad. Como lo que, es y ya.

9 comentarios:

  1. aceptación es aceptarse así mismos y aceptar a los otros como son.

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  2. aceptación es aceptarse así mismos y aceptar a los otros como son.

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  3. Me encanto la breve información anterior muy conclusa

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  4. Muy acertadas, estás reflexiones nos pene a mirar hacia dentro...

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  5. Si todos practicaramos lo que dice el artículo y, fuésemos naturales, reales, verdaderos y, sin presunciones ... Tal vez el mundo comenzase a cambiar... Y tal vez nos entenderíamos a nosotros mismos... Y, a lo mejor... Nos acercaríamos a lo "Humano"

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