¿Vamos a estar siempre condenados a seguir apilando la
basura en un puesto para quemarla? ¿No tenemos derecho a espacios de diversión
y esparcimiento sanos? ¿Cuándo tendremos proyectos de desarrollo integrales que
cambien la realidad amarga de nuestros barrios y comunidades, en materia de
vivienda, clasificación y reciclaje de desechos, salubridad, educación,
deportes, niñez, género, seguridad y bellas artes?
No en
vano nuestro Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, planteó en su proyecto de
constitución, que el primer poder del Estado debe ser el Poder Municipal.
A pesar
de que lo han mutilado, el ayuntamiento sigue siendo la institución pública más
fácil de vincular con la gente. El Consejo de Regidores pudiera ser el
plebiscito y consulta permanente para los pueblos y de allí diseñar políticas
de desarrollo integrales, no solo para las alcaldías, sino para el gobierno
nacional.
Pero
resulta que unos más que otros y con muy escasas excepciones, pero solo hemos
tenido alcaldes con proyectos personales, clientelistas y sin visión propia del
ejercicio político. Es por eso que sus acciones son el producto de las líneas
contaminadas de clientelismo que le bajan sus partidos.
Ninguno
ha podido exhibir más que una acera o contén, un muro de gaviones, recolección
de basura y humillar a la gente dando como 50 viajes detrás de una receta o una
pequeña ayuda.
Los 3
alcaldes actuales de esta provincia, uno lo impuso la fuerza del poder político
y económico y los otros acumularon
fortuna para luego comprar el puesto que ostentan. Con un pasado desvinculado
del pueblo y sus problemas y sin roce ni experiencia en el constante batallar a
que ha sido sometido este pueblo, ¿qué otra cosa podemos esperar?
Es por
eso que lejos de crear y fortalecer las juntas de vecinos y otros grupos
organizados, conspiran para dividirlos o hacen muy poco para favorecerlos.
Su ceguera
política no le permite ver más allá de la clientela que le adula y defiende
ante las críticas de la población. Pero ellos no se atreven a hacer lo
contrario, pues ese es su currículum para llegar y mantenerse en el puesto, no
importa su exceso de incapacidad.
Las
alcaldías y las juntas de los distritos municipales de Ocoa dilapidan más de 9
millones de pesos mensuales, mientras los proyectos de desarrollo, que deben
ser elaborados y emprendidos por el ayuntamiento y los grupos organizados, en
los barrios y comunidades, no pasan de buenos deseos que cada vez el tiempo va
diluyendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario