Hacia dónde se dirige un país en el que sus principales
líderes y dirigentes políticos apoyan, encubren, aportan, callan o resaltan la
famosa reforma fiscal.
Las llamadas reformas fiscales que a lo largo de la historia
han acompañado la República Dominicana, se han convertido en reformas fecales,
pues lo que han hecho es embarrar más al país de materia fecal.
Con la honrosa excepción de Guillermo Moreno, los líderes políticos, oficialistas y de
oposición, se han metido la lengua donde ustedes saben. Este parece ser quien
mejor interpreta la coyuntura sociopolítica actual y parece estar decidido a
echar el pleito en defensa de los de abajo.
Un grupo de mafiosos se reparten los recursos del Estado, en lujosas
pensiones, sueldos, bonificaciones, en corrupción y clientelismo. Dejan los
hospitales sin medicina, las escuelas arruinadas, las barrigas hambrientas, los
pobres desempleados y hacinados en barrios, cañadas y campos, se alzan con el
santo y la limosna y nadie los enjuicia.
Y luego que desfalcan el Estado, entonces crean las
condiciones para que todos veamos como una necesidad sus famosas reformas. Se
aplica la reforma, se disparan todos los artículos de primera necesidad, el
dinero recaudado lo malversan otra vez y vuelve el pueblo a pagar los platos
rotos.
¿Hasta cuando seguiremos en este círculo mafioso, en el que
opositores y oficialistas se ponen de acuerdo para seguirnos matando de
sufrimiento?
No estás obligado a dejarte morir. Tú puedes abrir los ojos,
levantar la frente y sacudirte. No sigas la ruta que ellos te trazan. No hay
caminos (ellos los cerraron), pero se hace camino al andar…
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