ESTÁ PROHIBIDO OLVIDAR QUE un
día como hoy, 9 de octubre, de 1971, son fusilados 5 jóvenes del club Héctor J. Díaz
en Santo Domingo, por el Frente Antiterrorista y Anticomunista, denominado La
Banda Colorá, en el gobierno de los 12 años. Rubén
Darío Sandoval, de 16 años, Reyes Andrés Florentino de 18, Víctor Fernández
Checo de 18, Radhamés Peláez Tejada de 21, Gerardo Bautista Gómez de 18, fueron
muertos después de ser secuestrados por desconocidos. Los cinco jóvenes eran
miembros del Club Cultural Héctor J. Díaz del barrio 27 de febrero. En su honor
cada año en RD se conmemora el Día Nacional de los Clubes. Entre los muertos de "los 12 años" figuran el
dirigente revolucionario Otto Morales, el abogado y periodista Guido Gil, los
combatientes constitucionalistas Wellington de León y Pichirrilo Mejía,
Henry Segarra. Así también La Banda Colorá, fundada por Enrique Pérez y Pérez le arrancó la vida a Tito Monte, Amín Abel
Hasbún, Flavio Suero, Sagrario Ercira Díaz, los periodistas Gregorio García Castro (Goyito) y Orlando Martínez, Amaury Germán Aristy y otros tres compañeros del movimiento Los Palmeros. Los integrantes de la terrible banda colorá, formado por desperdicios de la izquierda, que recibían una recompensa oficial o asignación que en ese entonces se llamó el “25-60”, que consistía en 60 pesos cada día 25 del mes para que prestaran servicio de “cerco y aniquilación” contra sus ex compañeros de la izquierda. Una de estas crápulas lo fue el Ing. Ramón Pérez Martínez, llamado Macorís, quien admitió su vinculación con la Banda. Esto es prohibido olvidarlo.
combatientes constitucionalistas Wellington de León y Pichirrilo Mejía,
Henry Segarra. Así también La Banda Colorá, fundada por Enrique Pérez y Pérez le arrancó la vida a Tito Monte, Amín Abel
Hasbún, Flavio Suero, Sagrario Ercira Díaz, los periodistas Gregorio García Castro (Goyito) y Orlando Martínez, Amaury Germán Aristy y otros tres compañeros del movimiento Los Palmeros. Los integrantes de la terrible banda colorá, formado por desperdicios de la izquierda, que recibían una recompensa oficial o asignación que en ese entonces se llamó el “25-60”, que consistía en 60 pesos cada día 25 del mes para que prestaran servicio de “cerco y aniquilación” contra sus ex compañeros de la izquierda. Una de estas crápulas lo fue el Ing. Ramón Pérez Martínez, llamado Macorís, quien admitió su vinculación con la Banda. Esto es prohibido olvidarlo.
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