El Doctor Guillermo Moreno acudió rápidamente ante la Fiscalía
del Distrito Nacional para responder ante la acusación de malversación de 9
millones de pesos, cuando fue candidato presidencial por el MIUCA en el 2008.
La acusación fue interpuesta por FUNDEZOR.
Pueden salir todas las acusaciones, todas las calumnias,
todas las blasfemias. Pueden inventar, pueden hurgar donde quieran y como
quieran sobre el pasado de este líder político y ante cada señalamiento, lo
tendrán de frente dando la cara. Porque además de que tiene pantalones puestos,
no tiene cola que le puedan pisar.
Qué diferente es la actitud de las gallinas cobardes
conocidas como Leonel Fernández, Víctor Díaz Rúa y el gato Félix, los cuales
actuaron como la cabeza de una banda que utilizaba el Estado para enriquecerse,
sin embargo no han tenido el valor de presentarse ante la justicia.
Esos que se creían grandes señores intocables, cuando
ostentaban el poder político, actualmente, lejos de actuar como hombres
responsables y honestos, acuden a muletas para granjearse apoyo y seguir
rehuyéndole a la justicia. Es así como organizan las farsas organizadas por
peregrinos, artistas, congresistas, oraciones y mamotretos para hacer
acusaciones. El dicho popular reza: “El que no tiene echa, no tiene sospecha”.
Todas estas acciones macabras y sin fundamento, además de
que demuestran desespero por parte de
los que usaron el Estado dominicano para multiplicar sus millones, también nos
confirma que es innegable el hecho de que este pueblo echó a andar en la
construcción de su propio destino.
Nunca, en ningún episodio de la historia dominicana se había
producido una coyuntura favorable para la construcción de una organización
política con sabor a pueblo, como en la actualidad. El prestigio de Guillermo
Moreno, la sorpresiva votación de Alianza País en las pasadas elecciones, y la
acogida recibida por la población después de este proceso, es vista por los
sectores perversos de la política dominicana como una amenaza.
Pero el peligro más latente, la mayor amenaza a la democracia
dominicana, la representa en estos momentos Leonel Fernández y la maquinaria
corrupta que le rodea.
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