Todos deseamos que quienes están cerca a nosotros, y también las personas que desempeñan cargos de representación pública, nos digan siempre la verdad. Es por ello, que la HONESTIDAD es un valor relacionado con la decisión de actuar conforme a la Verdad y la Justicia. La persona honesta actúa y habla de conformidad con lo que considera correcto.
Ser honesto es ser real, es ser genuino, auténtico, objetivo. La honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás. La honestidad siembra confianza en uno mismo y en aquellos quienes están en contacto con nosotros. Nuestro país necesita urgente acciones ejemplares de honestidad, para que las nuevas generaciones tengan una referencia a la cual seguir.
La honestidad es limpieza de espíritu, es poner la moral en alto. Lo más hermoso, lo más digno, la mayor tranquilidad que una persona pueda sentir en su interior, es cuando los demás lo perciben como una persona honesta y sobre todo cuando esa persona siente la paz y el regocijo interior de que realmente es honesto.
La gente cree que no es posible se honesto en la política o en la administración de los recursos públicos. Pero cuando alguien asume actuar con honestidad, actúa con integridad. No se puede aparentar ser honesto en un escenario y en el otro ser deshonesto. Se es honesto en todo el accionar de la vida, o se es deshonesto.
Nos quieren pervertir y enredar nuestra forma de pensar expresando que lo que no se puede es robar pequeñas cantidades. Que vale la pena mancharse solo cuando se trata de grandes fortunas. Pero se es honesto cuando podemos administrar pequeñas y grandes fortunas. Cuando la gente confía en nosotros para manejar cantidades pequeñas y grandes de dinero sin temor a dar malas cuentas.
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