Está
Prohibido Olvidar que un día como
hoy, 8 de enero, pero de 1959, en un discurso dirigido a la nación cubana ante la
estatua de José Martí en La Habana, Fidel Castro, que lideraba la guerrilla
triunfante desde la Sierra Maestra, expresa que la alegría
es inmensa. Pero nos engañemos creyendo que en lo adelante todo será fácil;
quizás en lo adelante todo sea más difícil. Decir la verdad es el primer deber
de todo revolucionario. Durante el discurso, una paloma de las lanzadas por
algunas mujeres del movimiento 26 de Julio se posó en su hombro, lo que le
otorgó tintes místicos de cara a sus seguidores. Esto es prohibido olvidarlo.
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