El valor de la sencillez crece de las raíces
sagradas, personificando una riqueza de
virtudes y valores espirituales que se manifiestan en las actitudes, las
palabras, las actividades y el estilo de vida. La sencillez es hermosa e irradia
frescura, paz, confianza. La persona que tiene la dicha de practicar el valor
de la sencillez, posee grandes oportunidades de llegarle a la gente, de ganar
prestigio, aprecio, de dejarse querer, de generar confianza. Entre más alto
usted crea que está, más sencillo debe ser, porque los más sencillos siempre
han sido más grandes en este mundo. Por eso, sea sencillo, sea humilde, sea
grande.
Practicar la sencillez es alejarse de pensamientos extenuantes, complicados, extravagantes y extraños. Al fin y al cabo, por más parejería y soberbia que usted aparente, nunca, jamás dejará de ser un ser humano, una persona. Cuando se quite el maquillaje, las prendas, la ropa de lujo. Cuando baje del carro o la yipeta. Cuando se le bajen los humos, usted verá que no es nada más que una persona igualita que los demás. Entonces sea humilde, sea sencillo. Sea grande.
La persona sencilla es un ser humano que está
convencido que si no come se muere, si no mea también muere, si no defeca le
pasa lo mismo. Y en fin, está completamente seguro que todas sus necesidades,
todo lo que siente, disfruta y padece, también lo sienten, disfrutan y padecen
sus semejantes. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Precisamente porque tú eres
el reflejo del vecino, del amigo, del otro ser humano. No eres una criatura de
otra galaxia. Por tanto debes pensar, actuar y luchar siempre por los demás,
para que el resultado de esa lucha se refleje en ti. Sea sencillo, sea humilde,
para ser grande.
La persona que practica el valor de la sencillez
nunca busca nada personal en sus acciones y sus luchas. Los sencillos procuran
el bien común, el bienestar de los demás, especialmente de los que tienen menos
oportunidades. No buscan figureos, fotografías, no necesitan de adulones para
saber que son grandes, ni para ganar prestigio y fama. Ser sencillo es algo
extraordinario y sublime, que todos podemos practicar. Solo basta con sacar de
adentro el egoísmo, la avaricia, la ambición de tenerlo todo, de quererlo todo,
aún sabiendo que con esta actitud inhumana, está impidiendo que otros vivan. Sea
sencillo, sea humilde, sea grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario