“Nos negaron la justicia pero no
nos quitaron la razón”
“Esperemos
que la lucha la demos en las urnas, y desplacemos a la clase política que nos
mal gobierna. De lo contrario, nuestro país verá escenas de dolor y sangre,
cuando el pueblo se canse y se tire a las calles”.
06
DE JULIO DEL 2013Por Claudio
Antonio Caamaño Vélez/Especial para Acento.com.do
Hoy estuve en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva dando apoyo
moral al Dr. Guillermo Moreno y su lucha contra la impunidad.
Al escuchar que el Juez de Instrucción ratificó el archivo del
expediente del caso Leonel-Funglode, sentí que algo dentro de mí se rompió.
Tengo que confesar que llore, con una mezcla de rabia,
impotencia y desilusión. Pocas veces en mi vida me he sentido más indignado.
Antes de la lectura de la sentencia, por un momento llegué a creer que la
justicia dominicana se iba a empantalonar y atreverse a cumplir con su función.
Me reconozco un iluso. Veo que lo que pagamos de impuesto para
el Poder Judicial y el Ministerio Publico, es solo para perseguir y condenar a
ladronsitos de salami, que los verdaderos verdugos de este pueblo están por
completo inmunes, situados al margen de la ley. Pero no todo se perdió.
El Dr. Moreno demostró algo muy importante: para hacer los
cambios que este país necesita es preciso conquistar el poder político. Hasta
que eso no ocurra, los que mantienen a nuestro pueblo en la miseria seguirán
paseándose libremente por las calles con una sonrisa burlona en sus rostros.
Esperemos que la lucha la demos en las urnas, y desplacemos a la clase política
que nos mal gobierna.
De lo contrario, nuestro país verá escenas de dolor y sangre,
cuando el pueblo se canse y se tire a las calles.
Después de leer el artículo de Miguel Guerrero, publicado en
Acento.com en el día de hoy (5-7-13), solo tengo para decirle al juez Román
Berroa Hiciano y a la fiscal Yeni Berenice Reynoso: malditos sean los que
condenan a un pueblo al recurso de la violencia.
Que Dios no permita que lleguemos a ese punto, pero si así
ocurre, que sus hombros se preparen a soportar el peso de la responsabilidad
que por cómplices y cobardes han tenido que asumir. El pueblo tendrá muy
presente quiénes son sus enemigos.
En este proceso hemos podido identificarlos una vez más. Como
dijo el Dr. Moreno: "dignidad". Es lo único que nos queda a los que
hace unos minutos queríamos "justicia".
Pero ni un paso atrás, y cito las palabras del coronel Juan
María Lora Fernández, quién en 1965 dijo: "si grande es nuestro enemigo,
mayor será nuestro arrojo y valentía".
No pierdo la fe en nuestra causa, me abrazo a las palabras de
Francisco Alberto Caamaño: "El que tiene el derecho ya tiene la victoria,
o la tendrá mañana por encima de las alternativas de la guerra, del sacrificio
y de la muerte".
Las cosas por las que luchamos trascienden la propia existencia,
la propia vida. En esta ocasión no obtuvimos justicia, pero eso no nos quita la
razón, ni mucho menos el derecho.
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