Por Felipe Ciprián
El gobierno del presidente Danilo Medina acaba de abandonar el proyecto de construcción de una carretera que pretendía unir a Santiago con San Juan y yo creo que ha hecho lo correcto porque le ha salvado la vida anticipadamente a miles de personas en los valles de San Juan y Neiba.
Si se construía esa innecesaria carretera, esa gente no tenían escapatoria cuando una vez abiertas las grandes cicatrices en lo alto de la cordillera Central, las violentas escorrentías de un huracán barrerían gran parte de los poblados aguas debajo de los ríos más caudalosos en la zona.
El gobierno del presidente Danilo Medina acaba de abandonar el proyecto de construcción de una carretera que pretendía unir a Santiago con San Juan y yo creo que ha hecho lo correcto porque le ha salvado la vida anticipadamente a miles de personas en los valles de San Juan y Neiba.
Si se construía esa innecesaria carretera, esa gente no tenían escapatoria cuando una vez abiertas las grandes cicatrices en lo alto de la cordillera Central, las violentas escorrentías de un huracán barrerían gran parte de los poblados aguas debajo de los ríos más caudalosos en la zona.
Pero por ahora ha primado
un juicio sereno y el presidente Medina –como en el despropósito de regalar a
bucaneros el tesoro de Bahía de las Águilas- ha sabido parar a tiempo las
ambiciones de algunos de sus colaboradores en el gobierno.
Ningún proyecto justifica
destruir cuatro parques nacionales en la cordillera Central y el presidente
Medina lo ha entendido para beneficio de su imagen pública, su conciencia, pero
sobre todo para tranquilidad de quienes –con los pies en la tierra- defendemos
todo proyecto de desarrollo que sea ambientalmente sustentable.
De los "Tres pantanos" que http://acento.com.do/2014/opinion/8141174-tres-pantanos-ante-medina/ constituyen graves riesgos para el presidente Medina, el peor de todos, por irreversible, era embarcarse en construir la llamada carretera San Juan-Santiago. Como ya sabemos, la acaba de dejar "por costosa". Tiene razón: sería muy costosa en dólares, pero sobre todo en vidas humanas, animales y en la agricultura.
Ahora tiene el presidente Medina un fracaso asegurado si sus asesores en la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) insisten en construir el parque energético de carbón en Punta Catalina, Baní. Si el consorcio al que el Congreso Nacional le entregó una "patente de corso" para buscar financiamiento internacional lo lograra –algo muy difícil- tendría que someterse a intereses realmente onerosos porque ese tipo de préstamo no lo concede el Banco Mundial, ni el BID, ni ningún banco vinculado a un gobierno mínimamente decente en el mundo, porque todos saben que el carbón es más sucio que el resto de los combustibles de generación.
Si no se puede construir una carretera que costaría 500 millones de dólares... ¿cómo se pueden construir dos plantas a carbón que en abril del año pasado se presupuestaron por 1,500 millones de dólares y en octubre se adjudicaban en 2,040 millones de dólares? Quien no puede lo poco, se supone que menos podría lo mucho.
Pero si las plantas cuestan 2,040 millones de dólares para generar 720 megavatios, no hay duda de que será energía sucia que arruinará la salud de 135,000 banilejos que viven a 10 kilómetros de distancia de Punta Catalina, su agricultura, la vida silvestre y sus playas.
Si fuera energía limpia como miente la CDEEE en sus costosos comerciales de radio, periódicos y televisión, ya sabemos (gracias a Diario Libre que la semana pasada publicó dos estupendos artículos de The Economist sobre la suciedad del carbón mineral) que entonces costarían más de 4,500 millones de dólares con la mejor tecnología disponible, aunque no debidamente experimentada.
¿Tienen que pagar con sus vidas y propiedades más de 135,000 banilejos el precio que se negó a pagar Hatillo, Azua; y Manzanillo, Monte Cristi, para que el gobierno instale plantas a carbón para negociar los contratos con los generadores en mejores condiciones?
Baní resistió la intentona de Trujillo de convertir las tierras de Matanzas y Arroyo Hondo en un enorme batey cañero. Aunque las autoridades banilejas de hoy no tienen ni la sensibilidad ni la determinación que tuvieron las de ayer para defender la vida de su pueblo, no me sorprendería que sus organizaciones sociales y gremiales se pongan a la altura de las circunstancias y defiendan la salud, la agropecuaria y el medio ambiente en la provincia.
Recuperar los embalses de las represas
Con los fondos presupuestados para este año para la carretera "Cibao-sur" –tengo entendido que son 200 millones de dólares- hay dinero suficiente para que el gobierno ordene limpiar todos los embalses de las represas hidroeléctricas del país, reforestar las cuencas altas de los ríos que las abastecen, garantizar agua para los sistemas de acueductos, irrigar millones de tareas con plantaciones de alimentos y duplicar la generación de energía limpia.
Ahí es que está el futuro de los dominicanos aunque funcionarios y empresarios no puedan hacer negocios como si este país fuera un concierto armónico de idiotas e irresponsables.
Si el gobierno quisiera enfrentar las graves distorsiones del sistema energético, solo tiene que agarrarse a la generación estatal de energía solar, eólica e hidráulica y puede contar con financiamientos blandos, seguros, constantes, aunque los vivos del sector público y privado no puedan extraer sus calculados dividendos como piensan hacerlo con la fantasía de la generación "limpia" con carbón mineral.
Presidente Medina: limpie represas para que tenga más energía limpia y no permita que la CDEEE ensucie ciudades con el carbón mineral que arruina la salud, la producción y el ambiente
De los "Tres pantanos" que http://acento.com.do/2014/opinion/8141174-tres-pantanos-ante-medina/ constituyen graves riesgos para el presidente Medina, el peor de todos, por irreversible, era embarcarse en construir la llamada carretera San Juan-Santiago. Como ya sabemos, la acaba de dejar "por costosa". Tiene razón: sería muy costosa en dólares, pero sobre todo en vidas humanas, animales y en la agricultura.
Ahora tiene el presidente Medina un fracaso asegurado si sus asesores en la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) insisten en construir el parque energético de carbón en Punta Catalina, Baní. Si el consorcio al que el Congreso Nacional le entregó una "patente de corso" para buscar financiamiento internacional lo lograra –algo muy difícil- tendría que someterse a intereses realmente onerosos porque ese tipo de préstamo no lo concede el Banco Mundial, ni el BID, ni ningún banco vinculado a un gobierno mínimamente decente en el mundo, porque todos saben que el carbón es más sucio que el resto de los combustibles de generación.
Si no se puede construir una carretera que costaría 500 millones de dólares... ¿cómo se pueden construir dos plantas a carbón que en abril del año pasado se presupuestaron por 1,500 millones de dólares y en octubre se adjudicaban en 2,040 millones de dólares? Quien no puede lo poco, se supone que menos podría lo mucho.
Pero si las plantas cuestan 2,040 millones de dólares para generar 720 megavatios, no hay duda de que será energía sucia que arruinará la salud de 135,000 banilejos que viven a 10 kilómetros de distancia de Punta Catalina, su agricultura, la vida silvestre y sus playas.
Si fuera energía limpia como miente la CDEEE en sus costosos comerciales de radio, periódicos y televisión, ya sabemos (gracias a Diario Libre que la semana pasada publicó dos estupendos artículos de The Economist sobre la suciedad del carbón mineral) que entonces costarían más de 4,500 millones de dólares con la mejor tecnología disponible, aunque no debidamente experimentada.
¿Tienen que pagar con sus vidas y propiedades más de 135,000 banilejos el precio que se negó a pagar Hatillo, Azua; y Manzanillo, Monte Cristi, para que el gobierno instale plantas a carbón para negociar los contratos con los generadores en mejores condiciones?
Baní resistió la intentona de Trujillo de convertir las tierras de Matanzas y Arroyo Hondo en un enorme batey cañero. Aunque las autoridades banilejas de hoy no tienen ni la sensibilidad ni la determinación que tuvieron las de ayer para defender la vida de su pueblo, no me sorprendería que sus organizaciones sociales y gremiales se pongan a la altura de las circunstancias y defiendan la salud, la agropecuaria y el medio ambiente en la provincia.
Recuperar los embalses de las represas
Con los fondos presupuestados para este año para la carretera "Cibao-sur" –tengo entendido que son 200 millones de dólares- hay dinero suficiente para que el gobierno ordene limpiar todos los embalses de las represas hidroeléctricas del país, reforestar las cuencas altas de los ríos que las abastecen, garantizar agua para los sistemas de acueductos, irrigar millones de tareas con plantaciones de alimentos y duplicar la generación de energía limpia.
Ahí es que está el futuro de los dominicanos aunque funcionarios y empresarios no puedan hacer negocios como si este país fuera un concierto armónico de idiotas e irresponsables.
Si el gobierno quisiera enfrentar las graves distorsiones del sistema energético, solo tiene que agarrarse a la generación estatal de energía solar, eólica e hidráulica y puede contar con financiamientos blandos, seguros, constantes, aunque los vivos del sector público y privado no puedan extraer sus calculados dividendos como piensan hacerlo con la fantasía de la generación "limpia" con carbón mineral.
Presidente Medina: limpie represas para que tenga más energía limpia y no permita que la CDEEE ensucie ciudades con el carbón mineral que arruina la salud, la producción y el ambiente
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