Cada día las cosas se van poniendo más claras con relación a la necesidad de empezar a realizar acciones que permitan transformar el estado de cosas de la sociedad actual.
Un estado imperial guerrerista y unipolar, que utiliza la fuerza para imponerse, que desconoce los derechos de los pueblos y los individuos, que emplea las más grotescas acciones delictivas y del bajo mundo para pervertir y manipular a millones de generaciones en todo el mundo. Para enagenarlos y convertirlos en autómatas, marionetas, parásitos, lacras sociales que no le importa el pasado, ni el presente, ni su propia vida, mucho menos el porvenir.
Ese triste contexto en el que se desenvuelve la sociedad mundial, regidos por el policía imperial, desalmado y criminal, no debe permanecer eternamente. Hay que unir los pueblos del mundo, los trabajadores, intelectuales; los hombres y mujeres honestos que creen que un cambio es posible en este mundo.
A este tétrico panorama le agregamos la ofensiva a que está sometida por la política guerrerista y derrochadora de los recursos naturales de nuestra MADRE TIERRA. Nuestra Madre muere rápidamente, ante la mirada impotente de una humanidad que también agoniza.
La ignorancia de los todopoderosos del mundo no les alcanza para darse cuenta del gra apocalipsis que están generando con sus ambiciosos planes economicistas.
Sigamos los ejemplos de nuestro grandes hombres y mujeres. Hay que crear las condiciones para un mundo en el que se pueda convivir en paz y armonía, entre las naciones y sobretodo, entre los seres humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario