El valor del servicio habla
de nuestro alto sentido de colaboración para hacer la vida más placentera a
los demás. La persona servicial ayuda a los demás de manera espontánea, en
una actitud permanente de colaboración. La persona servicial lo es en el
trabajo, con su familia, lo mismo en la calle ayudando a otras personas en la
búsqueda de un mejor destino. Es bonito el espíritu de servicio que trae
consigo cada ser humano, el cual permite que en los momentos difíciles,
cuando ocurre un accidente, o un caso lamentable, siempre aparece alguien que
te rescata, te salva la vida o te extiende la mano.
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Las personas serviciales
viven continuamente muy atentas, observando y buscando el momento oportuno
para ayudar a alguien, aparecen de repente con una sonrisa y dispuestos a
hacernos la tarea más sencilla. En cualquier caso, recibir un favor hace
nacer en nuestro interior un profundo agradecimiento. Negarse a servirle a
los demás, vivir para si mismo, hacerse el loco cuando los demás necesitan su
ayuda es una de las actitudes más atrasadas que experimenta la sociedad
actual.
Escuchar el clamor de la gente de los barrios y campos, de los arroyos y cañadas, en su lucha constante por sobrevivir, ante el hambre, la miseria, la falta de vivienda, ante los apagones y la alta facturación, ante las injusticias y la inseguridad, es un acto humano y cristiano. Todo ser humano que reacciona ante este tipo de situación de manera voluntaria, y espontánea, sin esperar nada más que la satisfacción de servir es un gran ser humano que ha evolucionado satisfactoriamente y está a la altura de los nuevos tiempos.
Servir es interpretar las
necesidades de los demás, especialmente de los que más sufren y luchar junto
a ellos no solo por ayudarlos en un momento, sino por cambiar radicalmente la
forma de vida que los mantiene en el sufrimiento, aunque haya que poner
nuestras vidas en peligro. Servir no es un figureo para ganar aplausos, ni
esperar el reconocimiento. La mejor obra de servicio es aquella que permanece
en el anonimato, sin pagar payola para difundirla. El servicio que se hace
para pasar factura o hacer bulto es la peor humillación que se le hace a una
persona.
Es cierto que tenemos
por delante variados ejemplos de personas oportunistas y perversas, pero
también es muy cierto que tenemos ejemplos inmensos de personas con una gran
hoja de servicio. En nuestro vecindario, en el barrio, en la comunidad,
siempre hay un grupo de hombres y mujeres a los que podemos seguirle por su ejemplo
de servicio a los demás. Ante los enfermos, en momentos de catástrofe, en
momentos de protesta, de abuso, ahí nos damos cuenta de la capacidad de
servicio de nuestro pueblo. Pero el valor del servicio no es momentáneo ni
esporádico, sino es una actitud permanente.
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que profundo
ResponderEliminarque profundo
ResponderEliminarAme la información, muy buena!
ResponderEliminarTOTALMENTE DE ACUERDO....
ResponderEliminarSI NO SIRVES ....SENCILLO NO ESTORBES Y YA.
Huuuuy,
ResponderEliminarQue asco
ResponderEliminarComo hacen eso tan feo
ResponderEliminarjgyyugtilouio
ResponderEliminaraa smn
ResponderEliminarme sirvió para mi blog jajaja vayan a verlo y comente plox amos a todos bai
ResponderEliminaren horabuena ciudadano roberto lara rocha por tu espiritu de servir a la comunidad.
ResponderEliminarBuenisima respuesta !
ResponderEliminarESO FUE IMPACTANTE
ResponderEliminarEsta información me sirvio muchisimo para desarrollar el tema de Servicio que nos fue colocadopara exposición en mi clase de Etica. muchisimas gracias
ResponderEliminarPasa tu documento, xfavor
EliminarMuy buena
ResponderEliminarque chinge a su madre el pri
ResponderEliminarSigan adelante sirviendo a todos con estas publicaciones
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